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Las mangueras hidráulicas son componentes esenciales en los sistemas hidráulicos, diseñadas para transmitir presión y potencia de manera segura y eficiente. Existen diferentes tipos, que se distinguen por el material, la estructura y el tipo de refuerzo, cada una adecuada para condiciones operativas específicas.
En esta guía analizamos la composición de las mangueras y las principales tipologías, centrándonos en las características de cada capa y en los criterios de clasificación más comunes, con el objetivo de ofrecer una visión técnica y clara de cómo funcionan las mangueras hidráulicas.
Una manguera hidráulica flexible está diseñada para resistir altas presiones y garantizar fiabilidad a lo largo del tiempo. Se compone de tres elementos principales: capa interna, refuerzo y capa externa (o cubierta).

La capa interna, también llamada tubo interior, está en contacto directo con el fluido a presión. Generalmente se fabrica con mezclas de polímeros y aditivos químicos seleccionados en función del tipo de fluido y de las condiciones de trabajo.
Los materiales más utilizados incluyen:
El refuerzo constituye la estructura portante de la manguera y determina su resistencia a la presión interna.
Puede estar hecho de diferentes materiales según la aplicación y las prestaciones requeridas:
Entre las diferentes capas se intercala una fina película adhesiva de caucho, llamada carcasa, que mejora la cohesión del conjunto.
El refuerzo es el elemento que permite a la manguera soportar la presión interna; el tubo interior por sí solo no podría resistirla.
La cubierta protege la manguera de los agentes externos y completa su estructura.
Está diseñada para resistir:
Se pueden utilizar diferentes combinaciones de materiales según las necesidades específicas, con el fin de obtener mangueras con el nivel adecuado de flexibilidad, resistencia y durabilidad.
En aplicaciones especialmente exigentes, es posible añadir fundas o mallas protectoras para aumentar aún más la protección de la manguera.
Las mangueras hidráulicas pueden clasificarse según el tipo de refuerzo interno, que determina la presión máxima soportada, la flexibilidad, el peso y las aplicaciones típicas.
Las principales categorías son:
En las mangueras trenzadas, el refuerzo está formado por una o varias trenzas metálicas entrelazadas. Ofrecen un buen equilibrio entre resistencia a la presión y flexibilidad, adecuadas para aplicaciones en agricultura, maquinaria de movimiento de tierras, elevación, etc.
Se utilizan principalmente cuando la presión no es extremadamente alta, pero se requiere buena manejabilidad y un tamaño reducido.
En las mangueras espirales, el refuerzo está compuesto por alambres metálicos dispuestos en espiral, con 4 o 6 capas. Este tipo de construcción permite soportar presiones muy altas e impulsos intensos, manteniendo resistencia a altas temperaturas y condiciones ambientales severas. Son ideales para sectores como la perforación, minería y aplicaciones marinas.
En las mangueras textiles, el refuerzo está hecho de fibras no metálicas. Estas mangueras son adecuadas para aplicaciones de media o baja presión, como impulsión o aspiración, donde la ligereza y la flexibilidad son especialmente importantes. Aunque su presión de trabajo es menor que la de las metálicas, garantizan una excelente manejabilidad y versatilidad.
Las mangueras hidráulicas también se diferencian por el tipo de cubierta externa, que protege las capas internas y el refuerzo frente a los agentes externos, determinando su durabilidad, resistencia a la abrasión y a las condiciones atmosféricas.
Las principales son:
Existen versiones especiales de alta resistencia, diseñadas para reducir significativamente el desgaste por abrasión y aumentar la durabilidad en condiciones severas. Algunas están certificadas MSHA para uso en minería y entornos extremos, mientras que otras utilizan recubrimientos de polietileno, que garantizan una resistencia superior a la abrasión y al ozono.
Las normas técnicas que regulan la producción de mangueras hidráulicas establecen requisitos esenciales de seguridad, rendimiento, compatibilidad e intercambiabilidad.
Cumplir con ellas garantiza un funcionamiento fiable bajo las condiciones de presión, temperatura y caudal previstas, reduciendo el riesgo de fallos y aumentando la vida útil del sistema.
Las principales normas de referencia son:
| Tipo de manguera | Norma EN | Norma SAE (J517) | Norma ISO |
|---|---|---|---|
| Mangueras trenzadas de acero estándar | EN 853 (1ST, 1SN, 2ST, 2SN) | R1A, R1AT, R2A, R2AT / R1, R2 | ISO 1436-1 (R1, R2, 1ST, 1SN, 2ST, 2SN) |
| Mangueras trenzadas de acero compactas | EN 857 (1SC, 2SC) | R16, R17 | ISO 11237-1 (1SC, 2SC, R16, R17) |
| Mangueras espiraladas de acero | EN 856 (4SP, 4SH, R12, R13) | R9, R12, R13, R15 | ISO 3862-1 (4SP, 4SH, R12, R13, R15) |
| Mangueras trenzadas textiles | EN 854 (1TE, 2TE, 3TE, R3, R6) | R3, R6 | ISO 4079-1 (1TE, 2TE, 3TE, R3, R6) |
| Mangueras termoplásticas | EN 855 (R7, R8) | R7, R8 | ISO 3949 (R7, R8) |
Conocer la estructura y las características de las mangueras hidráulicas es fundamental para comprender su funcionamiento y rendimiento en diferentes condiciones operativas, y para saber cómo elegir la manguera adecuada.
Puedes consultar nuestro catálogo de productos para explorar los distintos tipos de mangueras disponibles y sus especificaciones técnicas. Para cualquier duda o solicitud de información, puedes contactarnos a través del formulario de contacto para recibir asesoramiento personalizado.